Insólito, pero estos últimos días de mayo me han dado un nuevo soplo de vida para poder llegar al esperado julio glaciar. El vivir una vez más entre altas montañas, me ha permitido valorar el silencio y la paz que reina en nuestro valle.
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| A mediados de mayo del 2012 |
Algo distante de algunos de mis buenos amigos, aquellos que hice en mis dos pasados años cuando cursé parte de la ESO en Barcelona, pero he podido aprender, vivir y compartir con otros muchos, nuevos pasajes y experiencias. Lo más importante, el crecer como ser humano.
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| En lo más alto de Basivé 12 de mayo |
Ahora estoy en la recta final de mi 4º curso e intento combinar trabajo y diversión, aunque apretando lo suficiente para poder disfrutar de un buen verano, oxigenándome al máxime para poder empezar la nueva etapa de Bachillerato, en la ciudad que me vió nacer.
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| Ambas fotos del 2 de junio, en el último nevero de la estación, con mi amigo Rubén |
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